Julieta
Inclinó su cabeza hacia abajo
buscando con su mirada más de
un universo
y nunca encontró respuestas…
Entonces lloro …lloro un día
,un mes ,un año ,una vida.
Lloró por su vida y por su
muerte , por su pasado y su presente.
Y allí se quedó para siempre…
Lloro tantas veces, que sus lágrimas
se convirtieron en agua
y esa agua se convirtió en lago.
Hoy está ahí, convertida en infinito
azul,
profunda , calmada
Día tras día, con un canto
suave y tranquilo
como arrullando a un niño.
Con otra forma de vivir, plena
de amor
llena de vida, agua, arena
,juncos
pájaros y árboles , naturaleza pura
atrapada en sus márgenes,
y a su vez tan libre como el viento.
Transformada, ya no llora por
esa vida o por esa muerte
Hoy ríe y cuando la brisa
le permite
se la puede sentir hablando.
Habla con los juncos de su
orilla
con los patos que
incansablemente la recorren.
Es tan bella, que el sol y la
luna
pasan horas mirándola danzar
Las acacias en su orilla,
dejan pasar las horas.
Una y otra vez ella llega hasta sus pies
como invitándolas a entrar.
Toda esa magia es eterna, todos
los días
sin importar nunca el tiempo
y hasta el final del universo
el hechizo de Julieta, no se
romperá jamas…
Carlos Romero.
Junio 2018